lunes, 28 de marzo de 2016

LA HERMANDAD DEL AYER

ENTREVISTA A MANUEL DEL RÍO MACÍAS Y ANA ROSA BEDOYA MACÍAS


  Un nuevo año se me encomienda hacer la entrevista de la Hermandad del Ayer para el blog de la Hermandad. Con la entrevista suele empezar mi particular Cuaresma, suelen ser días fríos en que la tarde ya se ha tornado de cielos negros, cuando no lluviosos. No obstante, este año me dirijo hacia el almacén de Regimiento Infantería acompañado de un sol radiante que atenúa los efectos del frío, ninguna nube por la calle Sagasta, y murmuro entre dientes que hace un día perfecto para Semana Santa. Echo de menos esa lluvia y me pregunto si este año se mojó la ceniza...

    Y en esas que llego al almacén. Me da la bienvenida una foto, en la que nuestros titulares lucen radiantes en una noche de Jueves Santo, el Cristo con Cruz Arbórea rematada con cantoneras, y la Virgen con corona dorada, en una estampa clásica de mi infancia cofrade.

    Por lo general, la entrevista se desarrolla en un entorno de intimidad, pero este año es diferente. Varias personas se afanan en los distintos "quehaceres" de la cofradía,  preparando lo que un 24 de marzo será una magnífica estación de penitencia, y al fondo D. Manuel y D.ª Ana que son este año los protagonistas de nuestra entrevista esperan sentados en una mesa. Si señor, puedo decir que empieza mi particular cuaresma...

- ¿Quiénes son Manuel y Ana?

Manuel: Me llamo Manuel del Río Macías, nací en la calle Mateo de Alba, Cádiz, en 1941, y es uno de los motivos de sentirme atraído por la cofradía, ya que desde pequeño yo me asomaba a la ventana como un preso, para ver pasar el paso por mi casa. Desde chico quise ser hermano pero mi padre me dijo que era pequeño, y que cuando estuviera trabajando y saliera del colegio me apuntara. Yo estaba por aquel tiempo en el colegio de la viña. Y me apunte en el año 56, una vez que empecé a trabajar en una fábrica de maderas de administrativo, "Maderas Argudo". La tarde del mismo día que entré a trabajar, fui a la casa hermandad en la calle Santa Inés, era hermano mayor, D. Juan Igarabide, y les dije que quería salir con una túnica de propiedad. La túnica era en morado de raso y capirote azul de raso. Soy el hermano número 31.

Ana:  Pues me llamo Ana Rosa María Bedoya Macías, nací en Madrid, en la calle Fray Ceferino González, en el año 1941. Me vine a Jerez con tres meses, llegué a Cádiz cuando me casé en el año 1968, y nos conocimos por correspondencia (llevamos 48 años casados). Mi entrada en la cofradía fue un sufrimiento, a Manuel lo cogieron para la junta, y estaba más tiempo en la cofradía que en mi casa, y la solución fue que entrara en la cofradía con los dos niños y poco a poco me fui enganchando.

- ¿Cuáles son vuestros primeros recuerdos de la cofradía?

Manuel: Mi primer recuerdo era ver pasar el paso por delante de la ventana de mi casa, vacio, haciendo los traslados, no en la iglesia. Yo estaba muy ligado a la Salle-Viña, y en temas de la iglesia sólo conocía la Salle, prácticamente vivía allí, mi vida religiosa y la vida en general me la pasaba en la Salle. Hasta que no me hice hermano no me integré en la cofradía. Recuerdo que se rezaba el rosario los viernes. Después más tarde terminé siendo consiliario o he ayudado en otros menesteres.

Ana: A mí me impresionaba mucho en San Lorenzo el conjunto en sí, esa estampa no la había visto yo en ninguna parte, ya que en Jerez no existe los Afligidos. También recuerdo que  en la hermandad era camarista María José, la mujer de Lutgardo, yo era ayudante de camarista junto con Encarni,  y me impresionaba mucho la virgen sin tocado, es una mujer enteramente sin rostrillo, más tarde, le hice un camisón, faldones...

- Personas que hayan sido importantes para la hermandad 

 Manuel: Yo recuerdo a  Juan Manuel Martínez Molina, fue mayordomo a finales de los 70, era una persona que tenía ideas innovadoras en el mundo de las cofradías, se puede decir que con él empezó la renovación de los atributos de la hermandad... la medalla actual de la cofradía la hizo él, a mí personalmente me gustaba más la de los dos corazones. Un año nos llevó a Sevilla al Domingo de Ramos, y todavía me acuerdo.. había una huelga de hostelería, en el parque de María Luisa con el calor esperando las cofradías, y cuando llegamos a un bar que estaba abierto, nos tiramos de cabeza para el pescado frito.

 Ana: A Ramón Velázquez lo admiraba mucho, es una persona a la que le tengo bastante cariño. Cuando la cofradía entró en crisis y  no se encontraba a gente para sacarla adelante, cuando me enteré que entró Ramón, me dije que ya estaba salvada y posteriormente,  entré en la Junta de Gobierno de mayordomo.

- Cuéntenos alguna anécdota

Manuel: Cuando me apunté, yo quería cumplir a rajatabla, y rara vez faltaba a los cultos. Y un día, en uno de esos cultos, estaba yo en el patio de Afligidos, esperando sentado con otros hermanos más veteranos. Resulta que me dieron el incensario, y yo estuve de monaguillo en las Carmelitas Descalzas y hacíamos lo que se conoce como la noria (en ese momento Manolo me ilustra con notable maestría el diestro movimiento del incensario). Las cadenas eran de alambre, me puse a hacer la noria... y salió todo el carbón disparado hacia el patio donde estaban las personas mayores... salieron hasta llamas. Acababa de entrar en la cofradía, tendría unos 16 años.

 Ana: Hemos pasado  momentos muy bonitos, recuerdo una cena que hicimos en Santa Inés, estábamos caninos, y nos reunimos mucha gente, estaba entre otros el difunto Tey, y dije vamos a sacar dinero, e hice yo la "tonta Tomasa", me quite la peluca y pase la "gorra".

- La relación de su familia con la cofradía, relación con la parroquia

Ana: Somos tres generaciones, nosotros, mis hijos desde que nacieron son hermanos, concretamente Félix ha desempeñado diferentes puestos en la cofradía, ha sido fiscal, y actualmente es vice hermano mayor, y mi nieto Pablito, también es hermano de nacimiento, y sale ahora de penitente, saliendo anteriormente de monaguillo desde los tres años.

- Puestos, cargos, labores realizadas en la hermandad

Ana: He hecho de todo: encajes, cuellos, puños, al Cristo le hice el encaje del cuello y los puños, ahora estoy haciendo unos puñitos doraditos para la virgen. Siempre ligada a lo que es ser camarista, y ahora soy colaboradora en las cosas de la virgen. Pasé el bordado del antiguo túnico del Cristo a terciopelo, estaba Pepe Rodríguez en Persépolis y trajo el terciopelo, estuve 6 años, me desanimaba, no tenía quien me ayudara, y así estuve hasta que lo terminé. Dentro de una flor del túnico hay un papel con mi nombre, para que cuando venga otro y lo pase, sepa que anteriormente lo hice yo.

Manuel: Colaboraba en lo que hiciera falta en la cofradía, entré de consiliario, fui Secretario 2º, estuve después de Secretario 1º, siempre ligado al tema de los papeles de secretario. También cuando la parroquia cambió de párroco, entró José de Araujo, me metí en el equipo de liturgia.

    Y entre recuerdos entrañables, risas y anécdotas, termina la entrevista, un momento de hermandad en que por instantes se han sumado otros hermanos para aportar distintas vivencias. Don Manuel y Doña Ana se realizan la foto de rigor. A nuestro lado, es testigo mudo el magnífico paso que un día soñara Castrillo Lastrucci para el misterio de los Afligidos de Cádiz. Quién sabe si en su traslado, un niño ilusionado contemplará su caminar camino de San Lorenzo...

    P.D: Gracias Manuel y Ana por vuestra predisposición y simpatía. Félix, gracias por tu ayuda y por aportar datos. Un abrazo a todos.

Francisco Javier Herrera Cortés




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