ENTREVISTA A MANUEL DEL RÍO MACÍAS Y ANA ROSA BEDOYA MACÍAS
Y en esas que llego al
almacén. Me da la bienvenida una foto, en la que nuestros titulares lucen
radiantes en una noche de Jueves Santo, el Cristo con Cruz Arbórea rematada con
cantoneras, y la Virgen con corona dorada, en una estampa clásica de mi
infancia cofrade.
Por lo general, la entrevista
se desarrolla en un entorno de intimidad, pero este año es diferente. Varias
personas se afanan en los distintos "quehaceres" de la cofradía, preparando lo que un 24 de marzo será una
magnífica estación de penitencia, y al fondo D. Manuel y D.ª Ana que son este
año los protagonistas de nuestra entrevista esperan sentados en una mesa. Si señor, puedo decir que empieza mi
particular cuaresma...
- ¿Quiénes son Manuel y Ana?
Manuel:
Me llamo Manuel del Río Macías, nací en la calle Mateo de Alba, Cádiz, en 1941,
y es uno de los motivos de sentirme atraído por la cofradía, ya que desde
pequeño yo me asomaba a la ventana como un preso, para ver pasar el paso por mi
casa. Desde chico quise ser hermano pero mi padre me dijo que era pequeño, y
que cuando estuviera trabajando y saliera del colegio me apuntara. Yo estaba
por aquel tiempo en el colegio de la viña. Y me apunte en el año 56, una vez
que empecé a trabajar en una fábrica de maderas de administrativo,
"Maderas Argudo". La tarde
del mismo día que entré a trabajar, fui
a la casa hermandad en la calle Santa Inés, era hermano mayor, D. Juan
Igarabide, y les dije que quería salir con una túnica de propiedad. La túnica
era en morado de raso y capirote azul de raso. Soy el hermano número 31.
Ana: Pues me llamo Ana Rosa María Bedoya Macías,
nací en Madrid, en la calle Fray Ceferino González, en el año 1941. Me vine a
Jerez con tres meses, llegué a Cádiz cuando me casé en el año 1968, y nos
conocimos por correspondencia (llevamos 48 años casados). Mi entrada en la cofradía
fue un sufrimiento, a Manuel lo cogieron para la junta, y estaba más tiempo en
la cofradía que en mi casa, y la solución fue que entrara en la cofradía con
los dos niños y poco a poco me fui enganchando.
- ¿Cuáles son vuestros primeros recuerdos de la
cofradía?
Manuel:
Mi primer recuerdo era ver pasar el paso por delante de la ventana de mi casa,
vacio, haciendo los traslados, no en la iglesia. Yo estaba muy ligado a la
Salle-Viña, y en temas de la iglesia sólo conocía la Salle, prácticamente vivía
allí, mi vida religiosa y la vida en general me la pasaba en la Salle. Hasta
que no me hice hermano no me integré en la cofradía. Recuerdo que se rezaba el
rosario los viernes. Después más tarde terminé siendo consiliario o he ayudado
en otros menesteres.
Ana:
A mí me impresionaba mucho en San Lorenzo el conjunto en sí, esa estampa no la
había visto yo en ninguna parte, ya que en Jerez no existe los Afligidos.
También recuerdo que en la hermandad era
camarista María José, la mujer de Lutgardo, yo era ayudante de camarista junto
con Encarni, y me impresionaba mucho la
virgen sin tocado, es una mujer enteramente sin rostrillo, más tarde, le hice
un camisón, faldones...
- Personas que hayan sido importantes para la
hermandad
Manuel:
Yo recuerdo a Juan Manuel Martínez
Molina, fue mayordomo a finales de los 70, era una persona que tenía ideas
innovadoras en el mundo de las cofradías, se puede decir que con él empezó la
renovación de los atributos de la hermandad... la medalla actual de la cofradía
la hizo él, a mí personalmente me gustaba más la de los dos corazones. Un año
nos llevó a Sevilla al Domingo de Ramos, y todavía me acuerdo.. había una
huelga de hostelería, en el parque de María Luisa con el calor esperando las
cofradías, y cuando llegamos a un bar que estaba abierto, nos tiramos de cabeza
para el pescado frito.
Ana:
A Ramón Velázquez lo admiraba mucho, es una persona a la que le tengo bastante
cariño. Cuando la cofradía entró en crisis y
no se encontraba a gente para sacarla adelante, cuando me enteré que
entró Ramón, me dije que ya estaba salvada y posteriormente, entré en la Junta de Gobierno de mayordomo.
- Cuéntenos alguna anécdota
Manuel:
Cuando me apunté, yo quería cumplir a rajatabla, y rara vez faltaba a los
cultos. Y un día, en uno de esos cultos, estaba yo en el patio de Afligidos,
esperando sentado con otros hermanos más veteranos. Resulta que me dieron el
incensario, y yo estuve de monaguillo en las Carmelitas Descalzas y hacíamos lo
que se conoce como la noria (en ese momento Manolo me ilustra con notable
maestría el diestro movimiento del incensario). Las cadenas eran de alambre, me
puse a hacer la noria... y salió todo el
carbón disparado hacia el patio donde estaban las personas mayores... salieron
hasta llamas. Acababa de entrar en la cofradía, tendría unos 16 años.
Ana:
Hemos pasado momentos muy bonitos,
recuerdo una cena que hicimos en Santa Inés, estábamos caninos, y nos reunimos
mucha gente, estaba entre otros el difunto Tey, y dije vamos a sacar dinero, e
hice yo la "tonta Tomasa", me quite la peluca y pase la
"gorra".
- La relación de su familia con la cofradía, relación
con la parroquia
Ana:
Somos tres generaciones, nosotros, mis hijos desde que nacieron son hermanos,
concretamente Félix ha desempeñado diferentes puestos en la cofradía, ha sido
fiscal, y actualmente es vice hermano mayor, y mi nieto Pablito, también es
hermano de nacimiento, y sale ahora de penitente, saliendo anteriormente de
monaguillo desde los tres años.
- Puestos, cargos, labores realizadas en la hermandad
Ana:
He hecho de todo: encajes, cuellos, puños, al Cristo le hice el encaje del
cuello y los puños, ahora estoy haciendo unos puñitos doraditos para la virgen.
Siempre ligada a lo que es ser camarista, y ahora soy colaboradora en las cosas
de la virgen. Pasé el bordado del antiguo túnico del Cristo a terciopelo,
estaba Pepe Rodríguez en Persépolis y trajo el terciopelo, estuve 6 años, me
desanimaba, no tenía quien me ayudara, y así estuve hasta que lo terminé.
Dentro de una flor del túnico hay un papel con mi nombre, para que cuando venga
otro y lo pase, sepa que anteriormente lo hice yo.
Manuel:
Colaboraba en lo que hiciera falta en la cofradía, entré de consiliario, fui
Secretario 2º, estuve después de Secretario 1º, siempre ligado al tema de los papeles
de secretario. También cuando la parroquia cambió de párroco, entró José de
Araujo, me metí en el equipo de liturgia.
Y entre recuerdos entrañables,
risas y anécdotas, termina la entrevista, un momento de hermandad en que por
instantes se han sumado otros hermanos para aportar distintas vivencias. Don
Manuel y Doña Ana se realizan la foto de rigor. A nuestro lado, es testigo mudo
el magnífico paso que un día soñara Castrillo Lastrucci para el misterio de los
Afligidos de Cádiz. Quién sabe si en su traslado, un niño ilusionado
contemplará su caminar camino de San Lorenzo...
P.D: Gracias Manuel y
Ana por vuestra predisposición y simpatía. Félix, gracias por tu ayuda y por
aportar datos. Un abrazo a todos.
Francisco Javier Herrera Cortés