martes, 4 de abril de 2017

REFLEXIÓN DE NUESTRO DIRECTOR ESPIRITUAL

Siempre, en el lenguaje cotidiano, se ha utilizado comparar la vida con la imagen de un camino. La idea nos viene, aunque no lo sepamos, de nuestra cultura judeo-cristiana, que tiene una visión lineal del acontecer de cada día.. Otras culturas ven la vida de forma cíclica pero nosotros habitualmente la concebimos como un camino que poco a poco vamos trazando.
De aquí la fuerza que tiene en muchas personas hacer "el camino de Santiago" u otras peregrinaciones como una alegoría de la propia existencia. Somos caminantes, somos peregrinos.
Y esto me ayuda a ofrecerte, querido hermano y cofrade de Afligidos, esta reflexión de los últimos dias de cuaresma y Semana Santa. Porque nuestros titulares, van en esa posición, de ir andando, caminando, acompasando el paso el uno del otro, alcanzándose, hablándose y echando tierna y suavemente la mano de Cristo sobre su Madre. 
Cristo carga con su Cruz, que es la que hemos puesto sobre sus hombros, con nuestros pecados y desatinos, y el decididamente la lleva hasta el Calvario, lugar de martirio y redención. Y como una sola familia, su Madre, Juan el discípulo querido, las santas mujeres y el bueno de Simón de Cirene, han emprendido la marcha para no dejar solo a Cristo. Reconozco que cada vez más me duele la soledad en que dejamos a Cristo en el camino de nuestras vidas. Y aquí es donde quisiera preguntarte lo que yo mismo me pregunto a veces... Estamos o no dispuestos a seguir a Cristo hasta el final? El mismo Jesús decía " No es digno de mi quien no toma su cruz y me sigue" Mt.16,24. Y esto se vuelve cada día un reto mas difícil en una sociedad que renuncia a ser cristiana de corazón. Por ello, como otros años te invito a ponerte en silencio delante del admirable Misterio de nuestra cofradía y verte metido en el. y descubrir si tu paso alcanza al Señor, si tu mano sostiene su cruz, si tu mirada es capaz de sostener la suya... Y si descubres, con dolor, que te separástes de Cristo, que no vives como discípulo suyo, que no te importan los miles de "afligidos" que caminan a tu alrededor, pídele al Señor que te espere un poquito, que se vuelva a parar en tu vida y que su suave mano la sientas en tu hombro. Porque quien ama siempre corre tras su amado y termina alcanzándolo.   

Rvdo. P.Jesús Garcia Cornejo

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