El pasado viernes, una numerosa representación de esta hermandad de Afligidos asistimos a la celebración de la Santa Misa en la Parroquia de la Palma, junto con las hermandades del Jueves Santo en los prolegómenos de la Coronación Canónica de María Santísima de las Penas. Al término de la eucaristía, su hermano mayor Francisco Javier Lucero hacía entrega a nuestro nuestro hermano mayor un bonito cuadro conmemorativo con el rostro de María Santísima de las penas.
Fernando Burgos secretario de esta hermandad de Afligidos se dirigía a esta Archicofradía de la Palma y a todos los presentes resaltando nuestra estrecha vinculación:
Nada más conocer la noticia de la Coronación Canónica de María Santísima de las Penas, nuestro corazón dio un vuelco de alegría. Porque la vinculación de nuestras corporaciones va más allá de una simple amistad cofrade. Decir Afligidos, Desconsuelos, Misericordia, Palma o Penas, es decir hermandad en familia, familia de cargadores que brotaron en la lejanía del tiempo de una misma semilla. Familias unidas por un mismo carisma de fe lasaliano. Familias unidas por tanto Lunes Palmeros y Jueves de San Lorenzo, en los que se comparten una misma ilusión y fe.
Toda una vida por la unión la amistad y la convivencia de dos hermandades que beben de la misma fuente viñera.
Por eso no concebimos a la Señora de las Penas Coronada, sin que Afligidos esté presente en tan magno acontecimiento.
Es para todos los que formamos la junta de Gobierno de esta Venerable, Real y Devota Cofradía de penitencia de Nuestro Padre Jesús de los Afligidos y María Santísima de los Desconsuelos, ofrecer a la Santísima Virgen, por su Conoración Canónica, la insignia de oro de nuestra Hermandad, para que por la Misericordia del Padre, consigamos la Palma de la Victoria y la bendición, de la que es ante Dios mediadora de todas las Gracias, luz faro y guía, nuestra Madre y Señora, Reina Viñera MARÍA SANTÍSIMA DE LAS PENAS.